La inauguración de una Peña Madridista en el extranjero es siempre un síntoma de que la comunidad blanca crece y está dispuesta a acompañar al equipo donde haga falta. Además, si hablamos del nacimiento de una peña en un país, Portugal, que no contaba con ninguna a pesar de su cercanía a España, la enhorabuena es doble. Un estreno que se produjo en un momento especialmente dulce en lo que a las relaciones del Real Madrid con Portugal se refiere: el Club cuenta desde hace unos años con el mejor futbolista portugués de la actualidad (Figo) y, además, al comienzo de la temporada aterrizaron en el Santiago Bernabéu Queiroz y Peseiro, primer y segundo entrenador. Como dice Antonio Viñal, el presidente de esta joven peña, ‘Madrid-Lisboa a ritmo de AVE cuando todavía faltan bastantes años para que llegue’.

Fue el 9 de diciembre de 2003, fecha del Real Madrid-Oporto, cuando la Peña Madridista Estoril-Tamariz echó a andar de manera oficial. Más de cien personas se dieron cita entre miembros de la Peña y amigos. No faltó la representación de la Embajada de nuestro país en Lisboa, ni de la Casa de España, ni la presencia del corresponsal de TVE, Ramón Font. El acto tuvo lugar en un restaurante cuyo gerente es hijo del que fuera encargado durante muchos años de los bares del interior del Bernabéu, entroncando así con la ‘intrahistoria’ del Club.
Esta Peña, formada por profesionales y trabajadores españoles, hijos de éstos, ciudadanos portugueses y de otras nacionalidades (ingleses, argentinos, japoneses... demostrando el tirón internacional de nuestro equipo), nació como una necesidad, dado que en Portugal no había ninguna que representara los intereses del Real Madrid. Es más, a día de hoy es la única plataforma de apoyo a cualquier equipo español en este país.

Eusebio, Socio de Honor
En su formación también influyó la figura de Eusebio, ‘el futbolista más grande de la historia de Portugal’, en palabras de Antonio Viñal. Así, con el ánimo de seguir reforzando los lazos entre el Real Madrid y el fútbol portugués, fue nombrado Socio de Honor de la Peña Madridista Estoril-Tamariz. Tras la entrega del reloj oficial del Club, tomó la palabra y, en un discurso emocionado, hizo gala de su admiración por el Madrid. ‘Entre las muchas cosas que dijo, explicó cómo las circunstancias políticas de la época impidieron su sueño de recalar en nuestro equipo y nos divirtió con la anécdota de la noche: sus esfuerzos para conservar la camiseta de Di Stefano tras la final de la Copa de Europa de 1961, en medio de una afición exultante que le arrancaba la ropa a jirones’, continúa su emocionado presidente.

La Eurocopa de 2004, el centenario del Benfica... a buen seguro acercarán más al Real Madrid al fútbol portugués. Por su parte, Antonio, como máximo representante de la Peña, espera cumplir dos objetivos: ‘seguir apoyando a nuestro Club desde aquí y representar los valores y la imagen del Real Madrid’.