¡A la final de la Liga Endesa!
Barça
FinalizadoReal Madrid
El Real Madrid ganó al Barcelona en el Palau y sentenció las semifinales por la vía rápida con un 3-0. Campazzo (27) lideró a cinco jugadores en 17 o más de valoración.
El Real Madrid es el primer finalista de la Liga Endesa tras derrotar al Barcelona en el Palau y poner el definitivo 3-0 en la serie. Una victoria que se basó en un gran primer cuarto con 28 puntos y una ventaja de +11 que defendimos a base de garra, lucha y siendo un equipo hasta el final ante la presión a la que nos sometió el rival y su afición. Con tres abajo y dos minutos por jugar, firmamos un 0-8 de parcial, que nos permite seguir invictos en lo que va de playoff y establecer el récord histórico de triunfos en una temporada con 69. Entre Campazzo (27), Musa, Yabusele (20), Tavares (19) y Poirier (17) sumaron 103 de los 117 de valoración del equipo. Nos enfrentaremos en la final, que comenzará el viernes 7 o el sábado 8, al ganador del Unicaja-UCAM Murcia (1-2).
Se esperaba una salida fuerte del Barcelona. En su campo y jugándose la vida no le quedaba otra. Los azulgranas entraron muy agresivos atrás y Parker fue protagonista en ataque con 5 puntos en los primeros tres minutos (7-2). Lo que no entraba en el guion de los locales era la puesta en escena del Real Madrid, que entendió rápido que iba a ser innegociable la intensidad y la entrega. Igualó la dureza en defensa, otra vez con un sobresaliente Causeur que dejó en cero puntos a Laprovittola, y dio un recital en ataque. Con Campazzo muy incisivo (8 puntos), Tavares como eje central y un espectacular acierto desde el triple (5 y un 71%), el Madrid se fue a los 28 puntos. Un parcial de 0-12 en dos minutos nos puso por delante en el 4´y conseguimos una ventaja de 11 puntos (17-28).
Labor de contención
El Barcelona quiso cortar el ritmo madridista con un juego al límite y mucha presión ambiental. Le costó dos técnicas y la expulsión a Vesely en el segundo cuarto, pero sacó rédito. El partido se endureció más, nosotros bajamos nuestro porcentaje en el triple y ellos comenzaron a sumar con mayor fluidez y a coger confianza. Brizuela, Parker y Hernangómez intentaban quitar al Madrid de la delantera. Sin éxito, porque los de Chus Mateo resistieron la embestida local con cabeza y sin precipitarse. Yabusele y Tavares, los más destacados en la primera parte, salieron al paso para mantenernos arriba al descanso con el 45-49.
El tercer cuarto se volvió todavía más trabado, con continuas interrupciones y un juego de mucho contacto y faltas personales. En ese descontrol, sacó ventaja el Barcelona, que se apoyó en los triples de Satoransky y Parker para meterse de lleno en el partido e incluso ponerse por delante. Al Madrid le costaba pero hacía un esfuerzo grande para no descentrarse. Hezonja, Campazzo y Musa, en diferentes fases de este periodo, tiraron del equipo para contrarrestar el ascenso local (76-72, min.30).
La mentalidad de campeón
Era de lejos el Clásico de mayor dureza. Cada balón se convertía en una batalla. Dos nuevos actores aparecieron en escena en cada equipo. Ricky Rubio y Poirier se batían en un duelo anotador. Ocho puntos consecutivos de nuestro pívot neutralizaban la desventaja en el 33´ antes dar paso a un tiempo de alternancias en el marcador. Un triple de Laprovittola complicaba el encuentro con el 90-87 a falta de dos minutos. Presión máxima y momento delicado. Pero si hay un equipo que sabe gestionar esto ese es el Real Madrid. Dejó su mejor versión para el final, para culminar unas semifinales espectaculares con un parcial de 0-8, donde realizó una defensa perfecta, cerró el rebote y cortó el grifo a un Barcelona que no pudo sumar ni un punto. Tavares fue infranqueable y Campazzo, el MVP del choque, fue decisivo con seis puntos y la jugada del partido, en la que se fue de tres jugadores y puso el 90-94 a 22 segundos del final (92-95, min.40).