¡A por la Duodécima!

87 -76

Real Madrid

Finalizado

Olympiacos

El Real Madrid se impone en semifinales al Olympiacos con una primera parte sublime y luchará por revalidar el título en la final contra el Panathinaikos (domingo, 20:00 h).

¡A por la Duodécima!
CRÓNICA.Edu Bueno (Berlín)Fotógrafo: Helios de la Rubia

A un paso de la gloria y por la puerta grande. Así se metió el Real Madrid en su séptima final de la Euroliga en los últimos 11 años, la tercera consecutiva y la 21ª en total, tras derrotar al Olympiacos en la reedición de la final del año pasado. Una semifinal que dominó por completo a partir de una primera parte colosal, en la que llegó a ganar por 25 puntos, y cuarenta minutos de máxima entrega para lograr la victoria 400 en la Euroliga. Musa fue decisivo, con 20 puntos y 23 de valoración, y otros seis jugadores sumaron 8 puntos o más. Nos jugaremos el título frente al Panathinaikos (domingo, 20:00 h), que se impuso al Fenerbahce en la otra semifinal.

El Madrid se presentó en la Final Four con un primer cuarto primoroso, al alcance de muy pocos. Rompió el hielo desplegando un baloncesto de altísimo nivel. Cuatro primeros minutos sin fallo en el tiro para un 14-6 con un Hezonja impecable (9 puntos con tres triples). Dejó a Olympiacos en 10 puntos, dominando el rebote y reduciendo a un 25% su acierto en el perímetro. Fue una máquina casi perfecta alimentada por todos y cada uno de sus miembros. Ndiaye en su papel defensivo sobre Peters, un Campazzo muy solidario llevando la batuta del equipo (6 asistencias y 4 rebotes), Tavares (6), Musa (6) y Yabusele (5). Un espectacular 28-10, con 5/8 en tiros de dos puntos y 6/8 en triples

Firme y sólido
El nivel de concentración y de entrega era encomiable. Una jugada de Rudy tirándose dos veces al suelo para recuperar un balón 24 puntos arriba resumía el espíritu de este equipo. Olympiacos mejoró en el segundo cuarto gracias a Canaan y McKissic, pero no pudo acercarse en el marcador. El Madrid no lo permitió y replicó cada intento griego con un elevado acierto en los tiros de campo. Causeur, Llull, Sergio Rodríguez y Poirier anotaron todos sus lanzamientos. El base canario, en su máxima expresión (6 puntos y 3 asistencias) y el pívot, con su habitual contundencia (3 mates), se encargaron de elevar la diferencia a un +25 en el tramo final de la primera parte, que acabó con 56-37.

Pero esto es una semifinal y enfrente estaba un rival que no permite ni un segundo de relajación. Apretó en defensa, mejoró en el rebote ofensivo y aparecieron más efectivos en ataque como Walkup, Williams-Goss y Peters. Sin la clarividencia del inicio, el equipo hizo un ejercicio de resistencia. Musa se echó el peso en ataque y sus ocho puntos, cuando más presión había, fueron providenciales para minimizar los daños en el tercer cuarto y afrontar el último con ventaja (71-58).

A la final con la victoria 400
Olympiacos era persistente en su empeño de meterse en el partido de pleno. Tenía el punto de mira acertado, en especial Peters y Williams-Goss. Entre los dos pusieron a los suyos por debajo de los 10 puntos. Ahora le tocaba al Madrid mostrar su mentalidad en el momento más delicado. Estuvo unido, con la cabeza fría y aguantó con Llull y Sergio Rodríguez dando un paso adelante e impidiendo a su rival acortar distancias. No bajaron de los 8 puntos y tuvo un mérito enorme porque la presión fue brutal. Encima sin Tavares, que cometió la quinta personal.

Pero el Madrid maneja como nadie estas situaciones y disipó de un plumazo las esperanzas griegas en el último minuto y medio con dos acciones espectaculares. Campazzo al suelo para recuperar un balón y asistir a Musa, que finalizó en mate. Segundos más tarde, robo, pase por la espalda de Sergio Rodriguez y el bosnio de nuevo machaca para cerrar la victoria por 87-76. Cuarenta y cuatro años después volvemos a jugar una final de la Copa de Europa en Berlín. En aquella ocasión, ganamos al Maccabi y levantamos la Séptima. El domingo iremos al asalto de la Duodécima.

ESTADÍSTICAS DEL REAL MADRID-OLYMPIACOS