El Santiago Bernabéu vibró con la fiesta del campeón de Europa
La afición llenó el estadio para celebrar la Decimoquinta con el equipo.
El Santiago Bernabéu fue la parada final en las celebraciones de la Decimoquinta. El equipo y la afición festejaron juntos un nuevo título continental tras las visitas a la catedral de la Almudena, las instituciones y a Cibeles. Los jugadores vivieron otro momento inolvidable en un espectacular estadio que se llenó para disfrutar con los campeones de Europa.
Presentada por Miki Nadal y con un impresionante despliegue de luces y sonido, la fiesta comenzó recordando las 15 Copas de Europa de fútbol en las pantllas gigantes del gran cubo central y mostrando emocionantes imágenes del arduo y ya histórico camino hacia el título logrado en la final de Wembley. Justo después, y al grito de "Campeones, campeones", llegó la presentación del cuerpo técnico de Carlo Ancelotti y de los héroes de la Decimoquinta.
La megafonía presentó uno a uno a los integrantes de la plantilla, que accedieron por una pasarela y recibieron la ovación de la afición al saltar al campo. El último en aparecer fue el capitán Nacho portando la decimoquinta Copa de Europa. Todos juntos en el centro del campo levantaron el trofeo para ofrecérselo a la afición en mitad de un espectáculo de fuegos artificiales.
Agradecimientos
Ancelotti, Nacho y Carvajal tomaron el micrófono para dar las gracias al madridismo. “Noches como estás son espectaculares. Todos juntos seguiremos luchando, compitiendo, ganando y soñando con vosotros y para vosotros. Este estadio es capaz de generar una energía que hace que no nos rindamos y pensemos en hacer cosas impensables”, comentó el técnico. Por su parte, el capitán explicó: “Ha sido una temporada espectacular. Estoy muy orgulloso de este equipo y su afición. Tenemos 15 Copas de Europa y somos los reyes de Europa, del mundo y del universo”.
Carvajal, MVP de la final, dijo: “Gracias por el apoyo. Este equipo es ejemplar. La sensación de ganar una Copa de Europa con esta camiseta es única”. El manteo a Kroos, que jugó en Londres su último partido como madridista, la plantilla entonando la canción de la Décima, la vuelta de honor y las fotos con la Decimoquinta pusieron el broche a otra temporada histórica del rey de Europa, del mejor club del mundo.