1951-1960

El Real Madrid de baloncesto recibió un espaldarazo en 1952 con la entrada en el club de Raimundo Saporta. El directivo fue un visionario que dotó a la sección de recursos y una identidad propia. Entre sus muchos méritos, confiarle el equipo a Pedro Ferrándiz, otro de los genios del baloncesto nacional. Juntos construyeron un Madrid que triunfaría en España y Europa.

En 1952, con motivo de las Bodas de Oro del club, Santiago Bernabéu quiso organizar un gran torneo de baloncesto. Jesús Querejeta, presidente de la Federación en aquel momento, le recomendó hablar con un joven colaborador suyo, Raimundo Saporta. El cuadrangular que éste organizó fue un éxito tan rotundo que el dirigente blanco no dudó en captarlo para el Real Madrid.
 
Saporta fue un hombre clave en todas las áreas del club, pero profesaba un cariño especial por el baloncesto. Impulsó la creación de la Liga Nacional (1957) y la Copa de Europa (1958), competiciones en las que terminaría triunfando su equipo. Su filosofía, captar siempre a los mejores. Su sueño, que la sección igualara los éxitos del equipo de fútbol.

En esta etapa entró en el Real Madrid otra persona crucial en la historia de la sección, Pedro Ferrándiz. Tras entrenar en la cantera blanca, el alicantino se hizo cargo del primer equipo en la temporada 1958-59. Inteligente y astuto, supo hacer realidad los grandes sueños que Saporta tenía para la sección. Consiguió cuatro Copas de Europa, doce Ligas y once Copas de España en trece temporadas en el banquillo madridista.

1951 - 1960
  1. LA PRIMERA GRAN DÉCADA

    Con la irrupción de Raimundo Saporta, el Real Madrid crecerá durante la década de los cincuenta hasta convertirse en el mejor equipo de España.

  2. LLUVIA DE TÍTULOS

    A mediados de los cincuenta los títulos empezaban a sucederse. En esta imagen Joaquín Hernández recoge la Copa del Generalísimo de 1956.

  3. LA PRIMERA LIGA

    El Real Madrid se adjudicó la primera Liga Nacional, creada en la temporada 1956-57 a propuesta de Saporta.

  4. BÁEZ, EL PÍVOT DIFERENCIAL

    Llegado de Puerto Rico en 1957, Johnny Báez asombró con sus cualidades físicas y técnicas. En tres temporadas en el Madrid ganó dos Ligas y una Copa.

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La caldera de Fiesta Alegre

En 1952 el Real Madrid se mudó al Frontón Fiesta Alegre, también llamado Jai Alai. Fue su casa durante casi quince años. Allí se consiguieron las primeras Copas de Europa. El edificio era pequeño, con capacidad para unos 2.500 espectadores. La pista se montaba entre las paredes del frontón. En días de partido se convertía en un volcán. Con la pista de cemento, el calor y la presión ambiental, los rivales lo solían pasar muy mal. Fiesta Alegre fue testigo de grandes remontadas, sobre todo contra equipos europeos.

La caldera de Fiesta Alegre

Primeras aventuras en la Copa de Europa

El Real Madrid debutó en la Copa de Europa el 12 de marzo de 1958. Lo hizo como campeón de la Liga Nacional que se había creado un año antes. El equipo dirigido por Ignacio Pinedo no tuvo problemas para superar las dos primeras rondas, pero su camino se cortó en semifinales. El gobierno español no permitió al Madrid disputar la eliminatoria contra el ASK Riga por diferencias políticas. El equipo soviético avanzó a la final y ganó la primera de sus tres Copas de Europa consecutivas. En 1961 volvieron a enfrentarse en semifinales, pero para entonces Saporta ya tenía un plan: jugar los dos partidos en terreno neutral. Cada equipo ganó un encuentro pero por la diferencia de puntos el ASK Riga volvió a pasar a la final.

Primera aventuras en la Copa de Europa

El mejor equipo y la mejor cantera

El progreso del Real Madrid de baloncesto no sólo se dio por su habilidad para fichar buenos jugadores. En toda la década de los cincuenta la sección se afanó en ampliar y mejorar su cantera. Añadió equipos y organizó torneos con los que atraer nuevos talentos. Resultado de esa política fue la final de la Copa de España de 1960. El Real Madrid se deshizo del Barcelona en las semifinales del torneo para encontrarse con su propio filial en el partido por el título. El Hesperia, que lideraba un joven Lolo Sainz, había dejado en el camino al finalista del año anterior (Aismalíbar) y al campeón de 1958 (Juventud de Badalona). Los ‘mayores’ se llevaron el título por 76-64. Los filiales blancos siguieron cosechando grandes resultados y, lo que es más importante, dando buenos jugadores al primer equipo.

El mejor equipo y la mejor cantera

PALMARÉS

Ligas - 3

Ligas

3
Copas de España - 6

Copas de España

6
Copa Latina - 1

Copa Latina

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